Descripción
Tras la vendimia y antes de trasladar a la bodega, las uvas se someten al asoleo para que concentren sus azúcares. Una vez iniciada, la fermentación se paraliza para mantener azúcares de forma natural y se añade alcohol vínico. Posteriormente inicia la crianza en el sistema de Solera y Criaderas. El tonel actual es la evolución de la Tintilla lanzada en 2001. Desde entonces este tonel ha permanecido lacrado, sin hacerse saca o aporte alguno. Tras más de 15 años de crianza estática se han perdido 20 arrobas por evaporación, llevando al vino a una concentración sin igual.
De intenso y profundo color ébano con un ribete marcadamente yodado que impregna la copa reflejando su gran densidad. Muy aromático, destacan notas de rebotica, yodo y regaliz con un fondo de café y torrefacto. Sorprendente en boca por su combinación dulce y amarga. Notas de regaliz negro y torrefacto aparecen de nuevo dejando un final amargoso.