Descripción
Un ciclo equilibrado
Tras un 2017 extremo, 2018 fue un año propicio climatológicamente. Desde el invierno las precipitaciones en forma de nieve y de agua restablecieron el equilibrio que necesitaba el viñedo. La primavera, húmeda, junto a las nevadas y el frío, se prolongaron hasta el mes de abril. Esta cantidad de agua acumulada favoreció el vigor de las plantas que se controló, de manera natural, mediante el uso de cubiertas vegetales. El trabajo del equipo de viticultura y un verano caluroso ayudaron a controlar la fuerza del viñedo beneficiando un final de ciclo óptimo y, consecuentemente, una gran añada. La vendimia se realizó entre el 29 de septiembre y el 12 de octubre.