Descripción
La imaginación romántica de la tía Elisabeth Barbier plasmó en su novela Las gentes de Mogador las acciones y las contradicciones, los amores y los desamores de una época en la que nuestra familia de viticultores trazó su camino a través del tiempo y del espacio.
Y ahora, esta familia de tradición centenaria ha descubierto, después de más de quince años, un pequeño rincón único en un contexto maravilloso. Un lugar difícil de imaginar, donde la viña vive un cuento de hadas. Este paraje, llamado Priorato, es una de las más viejas denominaciones vinícolas. Su nombre nos evoca al Prior del primer convento de cartujos implantado en Cataluña en el siglo XII.